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Hace tiempo, mucho mucho tiempo tenía un peluche de un koala. Era mi juguete favorito. Siempre me lo llevaba cogido de la manita a todas partes. Era tan guay tener a mi peluche cerca... pero claro, toda historia bonita acaba teniendo un final triste y un día, durante un bautizo, se me cayó desde el balcón de un tercer piso y ya no lo volví a ver nunca más.

Pasaron y pasaron los años y pensé que nunca más volvería a cogerle de la manita, pero en uno de mis cumpleaños una amiga me regaló un peluche idéntico. Fue una agradable sorpresa, de hecho es mi peluche favorito.

Se que es un poco ridículo contar estas historias cuando tengo 20 años y ha pasado ya tanto tiempo, estoy un poco mayor para estas cosas... pero no sé, me han venido muchos pensamientos hoy sobre ese koala que durante tanto tiempo se desapareció cuando pasé por delante del portal de un conocido. ¿qué relación tiene mi koala con este conocido en cuestión? que con los dos me pasó igual.

¿Nunca os habéis vuelto a cruzar con alguien que no esperabais años más tarde? ¡A mi me ha pasado dos veces! Pero es tan dificil hacer amigos.. u.u Por más sociable que sea, por más amable que trate ser, por más que me esfuerce a veces siento como si diera vueltas en círculos. Me propuse hacer amigos nuevos pero no está siendo nada fácil. Es tan difícil conseguir acercarme a los otros... Sin embargo es tan fácil con mi koala. Le hablo sin miedo porque se que un ser con un corazón de trapo no va a juzgar mi apariencia ni mi personalidad. Nunca le importará que le hable, abrace o coja de la manita. Haga lo que haga, me aceptará. Ojalá con las personas fuera tan fácil...