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Señores, señoras, señoritos...

Publicado por Fátima | 0 comentarios»
¡Buenas noches a todo el mundo!


Llevo unas cuantas horas haciendo trabajos y lo cierto es que necesito un respiro. Hace mucho tiempo que no escribo largos párrafos en el blog. Está abandonado, ya ni siquiera sé si realmente alguien lo está leyendo (a parte de yo misma, claro).

La primera cosa que quería comentar era que... ¡Estamos en diciembre amigos! Creo que solo me queda una semana para cumplir los 21 años. No voy a soltar el típico discurso de "¡oh! me estoy haciendo mayor y dentro de nada me saldran canas, arruguitas y bla bla bla"; no señor, más bien diré que sigo teniendo la misma cara que cuando tenía 17 años. No sé si es que no crezco o estoy condenada a parecer menor de edad, pero sé que cumplo años y ni yo misma lo asimilo.

La verdad es que no me doy cuenta del paso de los meses, el primer semestre está acabando y cada vez queda menos para los exámenes. ¡¡La navidad está al caer!! (con cuanta euforia lo he escrito y ni siquiera la celebro, pero no importa, ¡emocionémonos todos juntos!.. ) He decidido aprovechar estas vacaciones para irme de viaje a Marruecos una semana. ¿El motivo? Necesito respirar otro ambiente, estudiar con más calma y despejarme. creo que me lo merezco después de todo (sí, porque yo lo valgo).

La segunda cosa de que quería tratar hoy es "Mis compras navideñas", quería subir las fotos de las últimas compras que hice (aclaro: no soy rica, más bien me paso meses ahorrando):


Si clicáis aquí lo podréis ver mejor: http://www.bershka.com/webapp/wcs/stores/servlet/product/bershkaes/es/bershka/32029/512528/Vestido%2BBershka%2Bescote%2Bespalda



Y ahora sin más dilación, me voy a despedir de vosotros por hoy.

Bonne nuit à tous!

Juegos

Publicado por Fátima | 0 comentarios»

Hay cosas que sabes que son imposibles, desde el mismo momento en que las empiezas.
Por más que trates de engañarte, sabes que eres consciente de cual es la realidad y sabes que la has asumido.

Love is so bad

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Right now

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Image

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Cuento

Publicado por Fátima | 0 comentarios»

DARSE CUENTA


Me levanto una mañana,
Salgo de mi casa, hay un socavón en la acera.
No lo veo

y me caigo en él.

Al día siguiente
salgo de mi casa,
me olvido que hay un socavón en la acera,
y vuelvo a caer en él.

Al tercer día
s
algo de mi casa tratando de acordarme
de que hay un socavón en la acera.
Sin embargo,
no lo recuerdo.

y caigo en él.

Al cuarto día
salgo de mi casa tratando de acordarme
del socavón en la acera.
Lo recuerdo y,
a pesar de eso,
no veo el pozo y caigo en él.

Al quinto día
salgo de mi casa.
Recuerdo que tengo que tener presente
el socavón en la acera
y camino mirando al suelo.
Y lo veo y,
a pesar de verlo
caigo en él.

Al sexto día
salgo de mi casa.
Recuerdo el socavón en la acera.
Voy buscándolo con la mirada.
Lo veo,
intento saltarlo,
pero caigo en él.

Al séptimo día
salgo de mi casa.
Veo el socavón.
Tomo carrerilla,
salto,
rozo con la punta de mis pies el borde del otro lado,
pero no es suficiente y caigo en él.

Al octavo día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
salto,
¡llego al otro lado!
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido
que lo celebro dando saltos de alegría…
Y, al hacerlo,
caigo otra vez en el pozo.

Al noveno día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
lo salto
y sigo mi camino.

Al décimo día,
justo hoy,
me doy cuenta
de que es más cómodo
caminar…
por la acera de enfrente.

Cuentos para pensar, Jorge Bucay.(2007)

Rutina

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Cada vez parece que me cuesta más despertarme, se está tan bien entre las sábanas…

Esta mañana, cuando abrí la puerta que da a la calle, una suave ráfaga de viento frío me saludó y me recordó que aquellos días cálidos de verano ya no iban a volver.

Caminé a paso ligero hasta la parada del bus y cuando llegué me di cuenta de que éste ya había pasado. Puesto que llegaba tarde opté por caminar hasta la parada del tranvía. Me fijé en los mismos detalles de cada día: El mismo hombre sin hogar sentándose frente a la puerta del supermercado dispuesto a conseguir unas monedas, grupos de estudiantes reuniéndose para ir juntos al instituto, la frutería abriendo, el escaparate de aquella tienda, el reloj de la rotonda de La Farola estropeado como de costumbre, el semáforo para sordos que tan sólo sonaba dos veces al año, la puerta de la casa de él, el parque de los patos…

Las mañanas de invierno son tan aburridas, previsibles y repetitivas, ¿no crees?



Rutina, capítulo 1.