Rutina

Publicado por Fátima | 0 comentarios»
Cada vez parece que me cuesta más despertarme, se está tan bien entre las sábanas…

Esta mañana, cuando abrí la puerta que da a la calle, una suave ráfaga de viento frío me saludó y me recordó que aquellos días cálidos de verano ya no iban a volver.

Caminé a paso ligero hasta la parada del bus y cuando llegué me di cuenta de que éste ya había pasado. Puesto que llegaba tarde opté por caminar hasta la parada del tranvía. Me fijé en los mismos detalles de cada día: El mismo hombre sin hogar sentándose frente a la puerta del supermercado dispuesto a conseguir unas monedas, grupos de estudiantes reuniéndose para ir juntos al instituto, la frutería abriendo, el escaparate de aquella tienda, el reloj de la rotonda de La Farola estropeado como de costumbre, el semáforo para sordos que tan sólo sonaba dos veces al año, la puerta de la casa de él, el parque de los patos…

Las mañanas de invierno son tan aburridas, previsibles y repetitivas, ¿no crees?



Rutina, capítulo 1.

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