Esta noche no voy a ser filosófica, de hecho estoy nula. Hasta hace un rato estaba inspirada para escribir, pero se me ha ido todo lo que quería decir.
Quiero hablar de la amistad. Hace un tiempo no me costaba hacer amigos, en seguida hablaba a los extraños como si fueran mis amigos desde siempre; ahora se ha vuelto todo un reto para mi. Parece que en vez de quererlos, lo que haga es huir de ellos. Como si no quisiera saber nada de las personas, siento que no quiero darme la oportunidad de sentirme querida por otros. Quizá piense que no me lo merezca. No lo sé.
Cuando hablo con alguien que no conozco, generalmente mis piernas piensan en salir corriendo y no volver a saber más. Estoy todo el rato pendiente sobre el qué pensaran los demás de mi y qué temas de conversación serán los más adecuados, en si estoy resultando pesada o incómoda para Pepito o para fulanito, no pienso en si me siento a gusto, ni siquiera me planteo si esa situación me está aportando alguna cosa o no.
Me cuesta ser yo, ¿que pasaría si pudiera abrirme a otras personas? ¿cambiaría mi entorno? ¿me sentiría mejor conmigo?
Cuando soy yo con la única persona con quien puedo serlo me siento como liberada. Puedo reír con sinceridad y puedo incluso hacer bromas. Me divierto y me siento a gusto. ¿que pasaría si todo volviera a ser como antes y no me costara mostrarme transparente ante los demás?
¿qué pasaría si me dejara querer... ?
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